Mindfulness en la naturaleza y salud mental.
Cualquier época del año es buena para conectar con la naturaleza practicando mindfulness. Cada estación tiene su encanto, su energía propia y sus características indiscutibles. Y, aunque no lo sepas, hay una clara relación entre practicar mindfulness en la naturaleza y la salud mental.
Un número cada vez mayor de estudios dan fe de que estar en la naturaleza mejora nuestra salud y bienestar. Una nueva revisión de la investigación encuentra que combinar el aire libre con la atención plena puede conducir a resultados aún mejores en las condiciones psicológicas, físicas y sociales.
Algunos científicos han argumentado que nuestro cuerpo, nuestros sentidos y nuestras emociones interactúan continuamente con el entorno natural a través de interacciones químicas y electromagnéticas bidireccionales. Permanecer conscientemente en la naturaleza facilita la calma, el descanso y la contemplación.
Una explicación más reciente de los beneficios de la naturaleza muestra cómo la naturaleza aporta equilibrio a nuestro sistema de regulación de las emociones, así como al control del sistema nervioso sobre las funciones y órganos corporales, incluido el corazón. Esto sugiere que la naturaleza puede contribuir a fomentar dos dimensiones diferentes de la felicidad, tanto la alegría como la calma.
La naturaleza siempre está cambiando, evolucionando, soltándose, entregándose, adaptándose, muriendo, revelándonos cómo es estar vivo. Nos conecta directamente con la impermanencia y éstas son lecciones importantes. Si estamos presentes en nuestras vidas, podemos despertar a nuestra verdadera naturaleza y experimentar estar más plenamente vivos o vivas. Nos invita a aprovechar el momento, a saborear cada instante, a soltar lo viejo.
La práctica de la atención plena en la naturaleza nos brinda más oportunidades de experimentar tranquilidad, descanso, relajación, calma, claridad y apertura en nuestra práctica y en nuestras vidas.
Practicar mindfulness en un entorno natural puede ayudarnos a aumentar nuestra resiliencia interior y nuestra conexión con el mundo exterior y con otras personas. También ayuda a reducir nuestro estrés y ansiedad, favoreciendo el equilibrio interior. E influye positivamente en la variabilidad del ritmo cardíaco, la presión arterial, la inflamación y la función del sistema inmunológico.
Estar en la naturaleza puede disminuir nuestra tendencia a divagar, permitiéndonos permanecer en el presente en lugar de «perder la concentración por completo o sentirnos abrumados emocionalmente».
Tenemos sobradas razones para practicar el mindfulness en la naturaleza, en soledad o en compañía. Pero ¿cómo podemos hacerlo? A continuación tienes algunas sugerencias de práctica formal e informal.
CÓMO PRACTICAR MINDFULNESS EN LA NATURALEZA
Conecta con un entorno natural
Dirígete a un entorno natural que te inspire y en el que te encuentres en calma y con bienestar. Cuando estés allí, si el clima lo permite, descansa un rato y acomódate en tranquilidad para realizar esta práctica formal:
- Conecta con el espacio y el lugar a través de algunas respiraciones profundas.
- Muévete a través de tus sentidos, permitiéndote explorar completamente lo que te rodea: encuentra cosas que puedas ver, oír, saborear, oler o tocar. Por ejemplo, la hierba bajo los pies o la sensación del viento y la luz del sol
- Conéctate con la quietud y el silencio que hay en la naturaleza
- Percibe lo que sientes dentro y alrededor de ti: las energías que fluyen en la naturaleza. Quizás percibas el cambio constante y la transformación, el movimiento y la quietud, el calor y el frio, el crecimiento y la decadencia, la expansión y la contracción…
- Conecta con la gratitud de vivir ese momento especial y por todo lo que te rodea
- Mantén si quieres un registro de lo que observas: puedes tomar alguna fotografía de algo que te llame especialmente la atención o te conecte con algo en particular
- Reflexiona sobre algún aspecto que te evoque la experiencia que estás viviendo: ¿Te inspira de alguna manera? ¿Te ayuda a entender o a descubrir cómo gestionar algo en particular de tu vida? ¿La belleza de la naturaleza afecta a tus emociones? ¿Percibes algún cambio en tu estado?
- Puedes anotar en algún cuaderno o diario tus reflexiones, tus sentimientos o las intenciones nuevas o renovadas
- Para terminar, puedes enraizarte en la tierra y conectar con lo que te rodea, agradeciendo la experiencia y realizando algunas respiraciones profundas
«Descanso en la gracia del mundo y soy libre»
Wendell Berry, de ‘La paz de los monstruos’
Realiza actividades al aire libre.
A veces nos cuesta hacer una práctica de mindfulness formal, pero podemos realizar una práctica informal de diferentes maneras, llevando a cada actividad las actitudes básicas del mindfulness (atención y presencia, paciencia, no juicio ni crítica, confianza, amabilidad, aceptación, mente de principiante). Puedes, por ejemplo:
- Dar un paseo consciente por espacios verdes (mindfulness caminando): en un parque local o en un bosque. Si te interesan los baños de bosque, te invito a leer este artículo
- Permanecer en un espacio natural con los ojos abiertos y, sin mirar ningún objeto en particular, intentar abrazar el paisaje y relajarte en él. Esta técnica puede ayudarte a cultivar una visión mental expansiva que conduzca a una meditación serena y a obtener una visión de la naturaleza abierta e ilimitada de la mente
- Ser creativo/a, dibujando animales o escenas de la naturaleza. O quizás quieras leer o cantar la letra de una canción con atención plena. Si te gusta escribir en un diario, intenta hacerlo al aire libre
- Comer al aire libre: puedes hacer un picnic en la naturaleza o sentarte en un jardín, si tienes uno. Esto podría ser algo que podrías disfrutar haciendo con otras personas
- Mirar las estrellas: ¿te has tumbado alguna vez sobre el suelo y permanecido algunos minutos contemplando la inmensidad del cielo? Es una experiencia inigualable. Déjate envolver por el silencio y la belleza del cielo nocturno. Puedes incluso buscar alguna aplicación o un libro que te ayude a reconocer diferentes estrellas
- Hacer ejercicio al aire libre: corre o trota por un parque cercano o haz movimientos conscientes al aire libre. Puedes también hacer senderismo en grupo
- Caminar por la playa con los pies descalzos o recorreR algunos caminos costeros, maravillándote del paisaje y de la vida que lo llena. Siéntete parte de esa vida
Lleva la naturaleza al interior
Hay también otras maneras de sentirnos en conexión con la naturaleza y con todo lo que nos evoca. Para que lo sepas, hay estudios que muestran que simplemente tocar madera o contemplar unas rosas durante sólo tres minutos puede inducir respuestas fisiológicas beneficiosas. Así que, teniendo este presente, quizás puedes:
- Comprar flores o plantas en macetas para su hogar y disfrutar cuidándolas y viéndolas crecer
- Recoger materiales naturales: por ejemplo, hojas, flores, plumas, cortezas de árboles o semillas. Puedes usarlos para tu espacio vital o para realizar alguna práctica de mindfulness con ellos
- Preparar un espacio cómodo en tu hogar, si es posible, donde poder sentarse y contemplar desde una ventana los árboles o el cielo durante unos minutos al día
- Tomar fotografías de tus lugares favoritos en la naturaleza: puedes usarlos como fondos en la pantalla de un teléfono móvil u ordenador. O quizás quieras imprimirlas y colocarlas en tus paredes
- Escucha sonidos naturales: puedes usar grabaciones o aplicaciones que reproduzcan el canto de los pájaros, las olas del océano o la lluvia. Puedes hacer también tus propias grabaciones
«Mira profundamente en la naturaleza y entonces entenderás todo mejor»
Albert Einstein
Cultiva o recoge alimentos
Los seres humanos pasamos de ser cazadores-recolectores a ser agricultores y ganaderos y quizás por eso se explica el placer que sentimos cuando recolectamos alimentos o recogemos los que hemos sembrado y cultivado. Algunas formas de práctica informal de mindfulness conectadas con la naturaleza pueden ser:
- Crear un espacio en crecimiento: puedes plantar semillas varias en una jardinera o maceta y verlas crecer bajo tus cuidados
- Plantar vegetales en su jardín o en un huerto: los huertos urbanos o familiares están en auge hoy en día. Además de aprender nuevas habilidades y técnicas y cultivar nuestros propios alimentos, nos ayudan a socializar. También mejoran tanto el estado físico como psíquico, mejorando el estado de ánimo y la calidad de vida en general. ¿Cómo te sientes cuando comes algo que has cultivado con cariño y esfuerzo?
- Ir a recoger fruta u otros alimentos: si no tienes un huerto, puedes buscar granjas o huertos locales que permitan recoger fruta para comprar. También es posible salir al campo o al monte y recolectar frutos, como moras silvestres, setas, arándanos o endrinas. ¡Ojo! Asegúrate de que todo es seguro para comer
Conéctate con los animales
Contemplar a los animales, su forma de moverse o alimentarse puede ser algo profundamente embriagador y revelador. Podemos observar el ciclo de la vida, que es común a todas las especies. Nos hace sentir parte de esa naturaleza y tiene un efecto calmante. Hay que tener cuidado con la vida silvestre y también conocer las normas locales sobre el contacto y alimentación con los animales, pero teniéndolo presente, quizás puedas:
- Visitar un parque local, o un espacio natural protegido para buscar ardillas, palomas, peces, insectos, patos y otras aves y contemplarlos con atención plena. Observa con curiosidad y detenimiento esos seres vivientes: su comportamiento, su forma y colores… Es asombroso lo que podemos descubrir cuando observamos con atención nuestro entorno… ¿qué te trasmiten? ¿Qué puedes aprender de ellos?
- Visitar un refugio animal: es posible que puedas ayudar si te ofreces como voluntario. La experiencia puede reportarte momentos únicos y tomas de consciencia importantes
- Colgar un comedero o una casita de nido de madera en un árbol o en el alféizar de una ventana: contempla la vida que se despliega delante de tus ojos
A medida que crece el caos en el mundo y somos espectadores del deterioro del planeta, quizás sintamos una llamada interior más palpable que nos incita a «volver a la naturaleza».
En este artículo se exponen muchas sugerencias y opciones para poder practicar mindfulness formal e informalmente en entornos naturales. Te invito a que experimentes la sensación de profundo asombro, paz y felicidad que podemos sentir cuando nos encontramos en un entorno natural que nos inspira o estando en contacto con otros seres sintientes.
Lleva tu práctica de mindfulness a la naturaleza; sentirás con más fuerza el deseo de cuidarla y protegerla. Esta experiencia te nutrirá a nivel personal y te ayudará a sentirte en conexión con la tierra y con todo lo que te rodea. A través de estas vivencias se une lo espiritual y lo material y nos redunda grandes beneficios. Con esta toma de consciencia podemos dejar un legado a quienes nos sobrevivirán.
Mª Pilar Biota
IBYDAL – Instituto de Bienestar y Desarrollo Personal
¿Quieres aprender a practicar Mindfulness? Puedes consultar nuestras próximas actividades aquí. Frecuentemente se imparten Cursos y Talleres de Mindfulness para la Salud y el Bienestar. Realizamos también formaciones ad-hoc para empresas y organizaciones, para el bienestar y el alto rendimiento. Y también se imparten sesiones o cursos individuales.
También puedes consultar los servicios y formaciones que ofrecemos aquí.
¿QUIERES LEER OTROS ARTÍCULOS? TE INVITAMOS A QUE LOS COMPARTAS CON QUIEN LOS PUEDA NECESITAR
- Serotonina y Mindfulness
- ¿Cuánto me quiero? Aprendiendo a quererse con Mindfulness
- Plan de Autocuidado y Bienestar
- Baños de Bosque y Mindfulness para mejorar la salud
- 15 Tips para cultivar la felicidad
Puedes encontrar más artículos AQUÍ